baile de salón

Hay tradiciones que no sean perdido y aunque hay novios que sustituyen el vals por su canción romántica preferida, este baile de salón por excelencia sigue siendo el preferido para las parejas en el día de su boda. Se trata, sin duda, de uno de los momentos más románticos y esperados de la ceremonia. De hecho, todas las miradas de los invitados estarán puestas en los novios. Por este motivo y a falta de unos meses para el enlace, son muchas las parejas, sobre todo ellos, quienes, obligados o por decisión propia, deciden apuntarse a clases de baile de salón para coger algo de soltura y no quedar mal en su primer baile como marido y mujer.

Pero, ¿qué sabemos de este baile de salón? Tiene su origen en Alemania, en el siglo XII y significa ‘Waltzen’, que quiere decir girar. Al principio, se puso de moda entre la realeza y comenzó a usarse en las fiestas en Viena, en el siglo XVII. Luego, se fue extendiendo por toda Europa hasta popularizarse.

¿Cómo se baila? Es necesaria una pose erguida y elegante. Hay que estar completamente recto y no mover los hombres ni los brazos ni las caderas. Al menos, intentarlo. La mano derecha del chico se sitúa en la espalda de ella, y con la mano izquierda sujeta también la mano izquierda de ella, que apoya el otro bazo sobre el chico. Una vez en posición, es el turno de mover los pies. La torpeza de ellos y la poca paciencia de ellas es lo que anima a las parejas a acudir a clases de baile de salón.

Los profesores te sabrán guiar e indicar cómo y cuándo debes moverte, girar, dar un paso a la derecha… Pero para que nada falle ten en cuenta estos consejos:

  • En primer lugar, escucha la música. Hay que estar pendiente del compás si lo que queremos es bailar bien. Por ejemplo, las parejas que se apuntan por primera vez, ante el miedo a equivocarse o a pisar a su acompañante, se centran en los pasos y se olvidan por completo de la música.
  • La conexión con la pareja también es importante, y aunque parezca fácil no siempre lo es. Si una pareja está compuesta por dos personas, una de ellas es la que debe conducir a la otra y ésta dejarse llevar.
  • Practicar mucho, una y otra vez, hasta el agotamiento. Es importante recordar lo que se ha aprendido en las clases de baile de salón si no queremos que se nos olvide para seguir evolucionando

Saca a ese bailarín que llevas dentro y apúntate a una escuela de bailes de salón.

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