¿Alguna vez te has parado a pensar cuánto dinero nos podemos gastar en los pañales y gasas para bebé? Aunque no nos demos cuenta, se nos va una gran cantidad de dinero todos los meses. Lógicamente, estamos hablando de un gasto necesario para el cuidado y la higiene de nuestros pequeños. Pero también es cierto que existen alternativas mucho más económicas y ecológicas.

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¿Por qué no utilizar productos que no sean desechables? Hoy en día, por culpa de la publicidad, mucha gente tiene la idea equivocada que los pañales y las gasas de tela son cosa de una época pasada. Pero lo cierto es que estamos hablando de opciones cada vez más utilizadas por todos los beneficios que nos acarrean.

Una de las ventajas principales de utilizar pañales y gasas para bebé de tela es el extraordinario confort del que disfrutará tu pequeño o pequeña. ¿No se trata de eso? ¿De darle a nuestros hijos lo mejor? Esta opción resulta muchísimo más cómoda en comparación con los desechables. No en vano, el material utilizado será más suave y raspará menos su piel.

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Además, estamos ante una manera de respetar al máximo el medio ambiente. Según muchos estudios, los pañales desechables pueden llegar a suponer más de dos toneladas de desechos no biodegradables por niño que tardarán alrededor de 500 años en descomponerse en su totalidad.

No es raro, por tanto, que bastantes gobiernos, como el del Reino Unido, decidan subvencionar la compra de pañales de tela, ya que se evitarán el alto coste que supondrá el tratamiento de la basura creada por los desechables.

No podemos olvidarnos que no se crearán únicamente desechos en su utilización, sino también en su fabricación. Se estima que solamente en Estados Unidos se utilizan 82.000 toneladas de plástico y 250.000 árboles al año para su manufacturación.

Hasta aquí todo claro. Pero, ¿qué hay del ahorro económico? Según los cálculos más generales, utilizar pañales y gasas para niños de tela en vez de desechables puede llegar a suponer hasta 1.000 euros menos para las familias. Se trata, por tanto, de una manera de reducir los gastos familiares.

Entre otros beneficios de utilizar esta opción ecológica, tenemos que destacar que los niños que utilizan este tipo de pañal suelen abandonarlos antes, consiguiendo un mayor control sobre su cuerpo y sus necesidades, ya que serán mucho más conscientes cuándo lo han mojado. Además, serán un colchón mucho más efectivo para las caídas de culo que suelen sufrir los pequeños cuando empiezan a caminar.

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